El país binario

Nos quedamos sin opciones. Nos hicimos fundamentalistas, absolutistas, binarios. Los que ayer salieron a la calle son anti K, imperialistas que odian a Cristina, ricos que cuidan su ranchito y no les importa el crecimiento del pais. Los que ayer se quedaron en su casa son K, loros repetidores de la mentira del gobierno, chorros, choripaneros, beneficiarios de algún plan social. Como si alguien hubiese trazado una raya con tiza en el piso del pais, quedamos divididos en dos bandos.
Parece que ya no vale tener ideas propias, ahora tenemos que comprar combos cerrados. 
No podemos estar enojados porque parte del gobierno robe abiertamente y a la vez estar contentos con muchos de los logros de ese mismo gobierno. La consigna es tatuarse a Nestor en el pecho o pintarse la cara de amarillo PRO. No hay mas que eso. Si denuncias que el estado es el mayor dador de trabajo en negro, te aplauden unos y te preguntan porque no denuncias a Macri otros. Si te quejas de que se hayan pagado 420 pesos por los palitos amarillos que usan los motoqueros para jugar al kung fu panda por Avenida Córdoba, te acusan de no denunciar que se hayan pagado 20 millones de pesos sin licitación previa para simular un glaciar en Tecnópolis. Y así todos los días nos dejamos ganar por la dicotomía.
No soy K. Soy un pibe que labura todos los dias. No soy anti K. Soy un tipo que quiere que el país crezca, que la riqueza sea distribuida de manera justa. No me molesta que la AFIP me pregunte lo que quiera. Dentro de limites razonables. No tengo nada que ocultar pero tampoco me interesa que el resumen de mis consumos sea de dominio público.
Soy hijo de una mina que vino del interior a tratar de crecer. Haciendo dedo, sin nada en los bolsillos y con sexto grado abandonado. Una mina que se rompió el culo toda su vida para dejarme algo antes de irse. Que nunca pidió nada de regalo y llegó lo mas alto que pudo. No estoy seguro de la efectividad del asistencialismo como politica de estado. Pero no se nada del tema, así que no salgo a quejarme por la asistencia que el gobierno da o deja de dar. Me molesta, si, que ese asistencialismo aumente un 25% y se haga un gran anuncio al respecto, cuando un 25% apenas subsana la inflación. Me molesta, porque en ese discurso, me están avisando que pueden mentirme por Cadena Nacional.
Soy hijo de un uruguayo al que un gobierno de facto exilió. Un tipo al que una mano amiga logró sacar a tiempo de un calabozo y ponerlo arriba de un barco, una mano amiga que lo puso en el puerto y lo hizo elegir entre dos barcos. «Elegí: ese va a Australia, el otro a la Argentina». Mi viejo es un inmigrante que durante mucho tiempo vivió en este país siendo un nadie. Pero fue un nadie al que el sistema de salud porteño atendió, un nadie al que la Nación le dio un numero de documento que empieza con 92 y le dijo que ahora era Argentino. Hoy, los responsables de ese sistema de salud se quejan de tener que atender mucho mas que a porteños mientras el gobierno nacional se mofa de eso y les recuerda el Preambulo de la Constitución. Esa que quieren reformar. Si, se le rien en la cara a un sistema de salud colapsado que forma parte del país que gobiernan, un sistema de salud que atiende a «personas», sin distinciones de ninguna indole. Acusan, con razón, las maniobras oscuras del Macrismo respecto del Borda, mientras dicen no poder hacer nada. Mientras nadie puede hacer nada, los pacientes (nunca mejor usada la palabra) sufren el frio, el hambre, el calor y las siete plagas. Mientras nadie puede hacer nada, los militantes del Kirchnerismo pintan Evitas en las paredes, intervienen pasillos donde dibujan nestornautas. Yo me imagino que con ese mismo entusiasmo podrían arreglar una cama, o destapar un inodoro. Pero no, eso sería mejorar el estado edilicio. Tarea de Mauri.
Mientras pasa todo esto, un 54 que ya dejó de serlo se rie de «la otra mitad»; y de esa otra mitad, un grupo de improvisados piden -otra vez!- que se vayan todos. Parece que no aprendimos nada.

32 comentarios en “El país binario

    • Asignar trabajos millonarios sin licitación previa como indica la ley es robar. Tener empleados en negro trabajando en organismos del estado: robar.
      Lo del 54 que ya no es tanto, es una licencia poética. (pero te puedo presentar al menos 4 personas que votaron a este gobierno y no lo volverían a hacer)
      Igual, gracias por el comentario, en serio. Como te dije ayer, sos -de las personas que apoyan a este gobierno- una de las que mas admiro en su forma de hacerlo. Aún sin conocerte personalmente

      • No me consta que se asignen obras fuera de la ley o sin licitación, incluso contra políticas de estado. Por ejemplo, ayer estaba hablando con el responsable de un campo eólico muy importante, trabajan con generadores importados porque le ganaron la licitación al ofertante local, y se hace así aunque la política de estado sea la sustitución de importaciones.
        Por otro lado la precarización laboral es algo que permite la ley y es lamentable, que atraviesa al Estado, a los privados y a toda la economía.

  1. Muy bueno Tonga.
    Vi fotos de anoche en tw y me impresionaron. Sobre todo porque en los informativos de Uruguay apenas dedicaron un minuto a mencionar que había protestas en Argentina, parecía una anécdota sin importancia.

  2. Esos textos que pienso y luego nunca escribo. Gracias.
    Mis viejos también recibieron todo eso que recibió tu papá (también la opción del barco para a otro lado) y recibimos mucho más de Argentina de lo que pensaban recibir, incluso con esos 92 en el inicio de nuestros DNIs.
    Saludos

  3. Para los que me pueden decir que soy Pro y siguen con la peleita de Cristina y Macri, me gustaría que entiendan que no son de C.A.B.A.. Que la presidenta es nacional, no me importa nada de Macri.

  4. Muy bueno, pusiste en palabras lo que pienso, me tienen podrido las divisiones, los blanco y negro, no se puede estar de acuerdo (o en contra) con algunas cosas sin tener que seguir al rebaño?

    Realmente,parece que no aprendimos nada.

  5. Es bueno el comentario, cargado de experiencias personales de un tipo común. Estamos atravesando una etapa de cambios como país, tal vez sin la madures necesaria para hacerlo, pero ahi vamos. Con bandos, con divisiones, pero vamos caminando. Un día se volvió a hablar de la Constitución, tan pocas veces defendida y tantas violada. Un día se acordaron algunos que hay vías democráticas de protesta. Por ahí se puede cuestionar la manera de juzgar los mismos hechos con otros protagonistas, pero es válido. Hay que empezar a buscar cambios profundos en educación, salud y política de estado. Pero eso si, a los ansiosos y perseguidores de la inmediatez, abstenerse! Los cambios nunca son de un día para el otro, son lentos porque se construye paso a paso.
    Tengamos muy presente que siempre los cambios empiezan por nosotros, seamos ciudadanos en la calle, en el colectivo, en el subte, en todos lados. Y tengamos bien presente que acá nadie es más que nadie y que las fronteras solo nos dividen. El suelo argentino está abierto para que cualquier persona lo habite desde antes que cualquiera de nosotros exista.

  6. Muy buen post. Hacen falta más jóvenes con firmeza que se salgan del «Superclásico», que empiecen a pensar desde afuera de éste sistema mafioso, fanatizante en el que vivimos. Hay que empezar a tomar una tercera posición.

    Un saludo
    Nekrocow

  7. Adhiero 100%. Estoy harto del discurso monopólico en ambos sentidos. Nadie ve o quiere ver los grises. Si hay cosas buenas de ambos lados y malas, algunas muy malas de ambos lados. Ambos parecen hacer lo mismo solo le cambian ciertos envoltorios. Unos no tienen drama en quedar expuestos porque saben que nunca les llega la justicia, otros asigan espacios a amigos para sus negocios.
    El otro día me dijeron la corrupción es endémica, hay un mínimo que no se puede evitar. Me molesta asumir eso.
    Corrupción es corrupción, endémica o no.
    Por otro lado, me molesta a boludos funcionarios minimizando lo de ayer, y otros boludos gobernantes, maximizando y hablando hasta por los codos subiéndose al caballito.
    Estoy un poco cansado del día a día en un país así.
    Por momentos me siento en el 2001, dónde todas las semanas debía analizar la medida económica de ese día, cómo iría a impactar en mi vida y empezaba a planificar hasta… la siguiente resolución. Ahora tengo la misma sensación. No es el mismo país, está claro, pero a veces parece que la forma de gobernar no es muy distinta, a los ponchazos, dando golpes de timón todo el tiempo para recuperar la pantalla y la tapa de los diarios.

    Perdón por la extensión, me sentí identificado con el texto.

  8. Escribí algo acerca de esto hace muy poco, y cada vez escucho a más hablando del cansancio que les genera esto. Quiero una protesta con carteles que digan «No apoyo a nadie, no quiero que me apoyen».

  9. Pingback: Argentina: Why are Citizens Outraged? · Global Voices

  10. Pingback: Argentina: Why are Citizens Outraged? :: Elites TV

  11. Y Aliverti dice, en modo de respuesta al planteo del texto, lo siguiente:

    «Pero también habrá los preocupados legítimos. Por ejemplo, gente agotada o inquieta frente al hecho de espaciar relaciones, o directamente perder amistades, porque cada vez que salta lo político –y no hay forma de que no salte, por un lado o por otro y más temprano o más tarde– los choques son irreconciliables. Este tercer elemento es eso de la división de los argentinos. De los riesgos de profundizar las diferencias, de fijarnos en lo que separa antes que en lo unificador, de no promover el consenso. Eso de que la confrontación es buscada adrede y no como producto del intercambio de ideas. Eso de que pueblo dividido es sinónimo de sociedad que no avanzará nunca. Eso de que en una democracia no hay enemigos sino adversarios. Pues bien: uno ya está harto de estas boludeces monumentales y cree que es hora de salirles al cruce, porque de lo contrario se asienta un embuste que impide debates serios. ¿Desde cuándo resulta que la política no es conflicto invariable y progresivo, si es que realmente hay pugna ideológica y no una escenografía institucional de cartón? ¿O es tan difícil darse cuenta de que estos sectores afiebrados por la necesidad de diálogo –para concederles candor– son el árbol genealógico de la oligarquía, de las masacres de toda nuestra historia, de las dos toneladas de bombas sobre civiles indefensos en junio del ’55, del genocidio del ’76, del sultán riojano que añoran, de la deuda externa que socializaron, de la propiedad agropecuaria nacida en cada oreja de indio entregada a las huestes de Roca? ¿De qué diálogo y de qué dictadura hablan? ¿Así que el pueblo fue y es su enemigo, pero para el pueblo deben ser sus adversarios democráticos?»

    http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-203553-2012-09-17.html

    Simplificando entonces te dice que tu preocuación al respecto del país binario es de oligarca, que no se da cuenta que lo es, o de un boludo de clase media que apoya la oligarquía porque no tiene conciencia de clase.

    Ah, por la dudas, también aclara que le «importa una infinita cantidad de carajos tener el más mínimo grado de consenso con esta gente.»
    Estás avisado de la manera de pensar de muchos, pero muchos, que coinciden con el pensamiento de Aliverti. ¿Qué están dispuestos a hacer, hasta donde piensan llevarlo? La historia da ejemplos de lo ocurrido, a ella habrá que remitirse. Saludos

    • Che, una pregunta, los que siguen tildando de oligarca y golpista o pelotuda y egoísta a la clase media, son todos representantes de las clases medias bajas y bajas del país no?… no tienen donde caerse muertos y por eso van a por los que tienen un poco más? Los que hablan del odio y el rencor son porsupuesto los que la clase media llama «negros» y «cabecitas» que se cansaron que no les dejen comer chipá en las esquinas?… ah. no?..

  12. Pingback: Argentyna: Co jest źródłem oburzenia Argentyńczyków? · Global Voices po polsku

Replica a tongaine Cancelar la respuesta